6/6/13

En plena ebullición

Ya ha pasado un mes desde que comencé "mis practicas" en el Restaurante La Paloma.

Es difícil describir mis primeros días metida en aquella cocina. Lo único que se me ocurre es reconocer con modestia que el mundo de la gastronomía profesional no tiene nada que ver con la cocina amater, si la que hacemos a diario las amas de casa, o las grandes profesionales en otros terrenos que de vez en cuando nos metemos en la cocina y realizamos grandes cenas para nuestros amigos, consiguiendo las mayores felicitaciones y halagos. Nos ha fastidiado son invitados, si hicieran lo contrario serian unos maleducados.



Yo pense que o crei que... (Mi madre siempre dice que pense que y crei que son amigos de tonteque y en este caso es del todo cierto) Ahora me doy cuenta que no tenia ni idea.
Comenzar en un restaurante es pelar mucha patata y aprender a freirlas que aunque creamos lo contrario no lo hacemos bien.


Cuadrando las patatas para cortarlas después y freírlas.

Pero el problema no solo es saber cortar es saber elegir la mejor patata para feir. Las calidades nos van a dar el todo para el resultado final. Dicen que las mejores son las viejas. En la Paloma se usan gallegas, el dueño y chef del restaurante es Gallego por lo que normal. Aunque realmente son muy buenas.

Yo llegue alli con papel y boli para copiar recetas, pero realmente lo más importante son los conceptos generales, los porques de todo.

El papel y el boli estan olvidados y por ahora solo intento comprender el porqué de las cosas, porque en la cocina todo tiene un porqué y una explicación lógica, coherente y perfecta.





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