7/6/13

Gracias Mama

Mi afición a la cocina viene de familia, mi madre gran cocinera y mi padre lo que se denomina Bon viveur (Gran conocedor del vino y exquisito paladar).

Ya que me he puesto a escribir un blog de cocina, no puedo dejar de dedicarle a mi madre una entrada





Mi madre esa gran señora. Mi madre esa gran ahorradora. Yo creo que las mujeres que vivieron la guerra han tenido grabada a sangre y fuego en su memoria la palabra, escasez, falta, ahorro... en definitiva lo que nosotros denominamos crisis.

Mi madre se ha pasado la vida diciéndome que tiraba el dinero, que no 
sabia comprar y mucho menos cocinar. A lo cual yo creía que estaba 
equivocada, mis recetas salían estupendas y en mi casa se comía muy bien. 
No obstante en estos tiempos de crisis me he dado cuenta que tenia razón,
 no se trata solo de poner lo mas caro y las mejores calidades en la mesa,
 y más a diario, se trata de aprender a utilizar bien nuestros recursos 
y con poco hacer mucho, esa es la manera de ahorrar.

Ingenio, voluntad y tiempo. Estos son los ingredientes básicos de
 todas las recetas con que mi madre, ama de casa de los
 40 y 50, con siete hijos, sacaba adelante a su familia.
Ingenio para poder poner siempre un plato en la mesa, para estirar
 lo inimaginable lo que había en la despensa, para presentar menús 
variados comprando siempre lo más barato o para recomponer las
 sobras de la comida en una buena cena. Su principal lema era y es 
“AQUÍ NO SE TIRA NADA… TODO SIRVE PARA HACER ALGO NUEVO.”

De un pollo por ejemplo sacaba cinco platos: con los despojos, 
el esqueleto y las patas se hace una sopa; con los restos de carne 
que sale de ahí se preparan unas croquetas: de las pechugas se comen
 filetes; con los muslos se prepara pollo guisado, y con las alitas el cuello 
y algún otro trocito suelto se hace un arroz.

En lo que se refiere a comida, los ejemplos de austeridad de mi madre
 son infinitos: desde comprar las piezas de carne entera para 
trocearlas ella en casa así salen las variedad de recetas y sale mas 
barato, hasta preparar conservas con fruta o verdura que estaba a 
punto de estropearse, o que traía algún 
conocido del pueblo o que compraba a buen precio.
Pero el ingenio de mi madre no acababa ahí, se basaba en hacer
una buena lista de la compra. Ella siempre dice de donde no hay
no se puede sacar nada pero con un poquito se puede hacer mucho 
y además muy bueno.
Tenemos que aprender a administrar nuestros recursos.

Cierto es que para todo esto, además de imaginación, mi madre 
tiene una gran voluntad, saber hacer y tiempo. Y hoy día, de todo 
vamos escasos.

La primera lección de austeridad de mi madre:
No pagar por todo lo que puedes hacer tu.

Su lema en la cocina:  No debes tirar nada.

Os juro que yo he visto hacer Magia a mi madre en la cocina, es decir 
de nada (media manzana porque la otra media estaba podrida) hacer 
un plato. Yo he comido mil veces pescadilla por merluza...

Otro de sus argumentos es LA CESTA DE LA COMPRA. 
Ella opina que si en lugar de comprar galletas con forma de 
animales, con propiedades digestivas, con sabor a…..recuperamos 
la tradicional maria de toda la vida o incluso las hacemos nosotros 
mismos la factura de desayuno o la merienda baja automáticamente 
a la mitad. Un bizcocho, unas magdalenas caseras o un pastel a partir 
del pan que se queda duro constituye una alternativa barata y mas 
saludable que la bollería industrial para desayunos y meriendas.


Y lo mismo ocurre si cuando vamos al supermercado elegimos yogures 
de marca blanca en lugar de comprarlos con bifidus, frutas cremosos 
griegos etc.

Tambien comprar lo justo no llenar el carro de la compra a tope de cosas que
acabaremos tirando, o porque se estropeen, o por tener tantas cosas en la 
nevera que ni las veamos.

Comparar precios entre diferentes establecimientos, fijarnos en los 
precios por kilos o por litro de los productos envasados aunque estén
en oferta.
La oferta muchas veces puede ser una trampa, no porque un producto 
nos regale otro el total puede ser mas caro que comprarlos por 
separado. Aprovechas los descuentos y los cupones de los súper 
para aprovisionarnos de los productos que utilizamos habitualmente 
son otras practicas muy fructíferas para el bolsillo. Las cuales ella
 practica constantemente pese a su edad.
Si vas con ella a la compra tienes que ser más rápido en sacar la tarjeta de 
puntos que un cowboy del oeste americano en sacar sus pistolas, seguro que
ella dispara primero.

Uno puede aprovechar las ofertas de frutas, verduras y hortalizas 
de temporada para comprar más cantidad y guardarlas en conserva. 
Melocotón en almíbar, tomate natural o frito, pimientos e piquillo, 
mermeladas, atún… las opciones son multiples y constituyen una 
buena solución para evitar que se estropeen productos frescos 
que no vamos a consumir.

Para los que tienen al menos un balcón con sol y tiempo o ganas para ello, 
hay la opción de cultivar un huertito en casa o simplemente tener las 
hierbas aromaticas que nos servirán para cocinar, es una buena opción 
de disfrutar de productos frescos sin tener que ir al mercado.

Recuerdo ya hace muchos años que planto fresas, menuda producción, 
nunca he visto tanta fresa junta en mi vida. Acabamos comiendo 
fresas para desayuno comida merienda y cena.

En resumen entre todo lo que he ido aprendiendo de mi madre y lo 
que estoy aprendiendo ahora en el Restaurante La Paloma, espero 
escribir un blog divertido y ameno.

Gracias Mama por enseñarme a apreciar la cocina y gracias por ser TU. 
Eres un Crack .

Te quiero




2 comentarios:

  1. Que bonito relato y que gran tratado sobre como comer bien sin malgastar.

    ResponderEliminar
  2. Creo que ha sido el fundamento de todas nuestras madres. Y aqui mi homenaje. Porque madre solo hay una.

    ResponderEliminar